El ventilador del techo quedo dando vueltas, mientras el olor ocre que provenía de la cama, y de su propio cuerpo se seguía expandiendo, lentamente, de abajo a arriba, mientras tanto, la aún niña lo miraba con ojos de admiración y miedo, fue justamente en ese momento que ella dijo algo que no había necesidad de decir, -No le digas a mamá.- El simplemente sonrio.
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